Es bien sabido que hacer mucho ejercicio y entrenar mentalmente es importante para una vida larga y saludable. ¿Pero cuál es más eficaz? ¿Las tareas desarrollan habilidades que van más allá de ellas?
Los etólogos de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) estudiaron los efectos de tres meses de terapia cognitiva, física o combinada en perros ancianos, con una edad media de diez años. Los resultados mostraron que cada terapia tuvo un efecto en el comportamiento de los perros.
La fisioterapia hizo que los perros fueran más amigables y flexibles, mientras que los juegos mentales aumentaron su búsqueda de novedades. Las mejoras fueron más pronunciadas en los individuos relativamente más jóvenes, de alrededor de ocho años. Dado que los perros envejecen de manera similar a los humanos, los hallazgos pueden ayudar a crear conciencia sobre la importancia de mitigar los efectos del envejecimiento desde una etapa más temprana.
El envejecimiento de la población, el aumento del número y la proporción de personas mayores, es uno de los principales desafíos de nuestro tiempo, especialmente en Europa. Para 2050, se prevé que 30 de cada 100 personas tendrán más de 65 años y tres de ellas tendrán demencia.
Una de las posibles respuestas de la sociedad a este problema es difundir una cultura de vida saludable y alentar al mayor número posible de personas a mantener una buena salud física y mental. Una alternativa o complemento a la medicación es la intervención conductual, es decir, una terapia que busca mejorar la función mental cambiando la conducta, por ejemplo mediante ejercicio físico o crucigramas.
Los perros pueden ser una herramienta útil para ayudar a descubrir qué intervención es más efectiva, ya que envejecen como los humanos pero a un ritmo más rápido. En su último estudio publicado en GeroScience , investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) investigaron si la terapia física o cognitiva o una combinación de ambas es más eficaz para mejorar el rendimiento cognitivo en la vejez.
"Según la literatura, una combinación de terapias de intervención física y cognitiva es la más efectiva para los humanos. Las tareas cognitivas dirigen qué área debe mejorar, mientras que la actividad física acelera el progreso. Las terapias cognitivas por sí solas no parecen ser efectivas, ya que solo desarrollan habilidades relacionadas con tareas específicas.
"En este caso, no existe el llamado efecto de transferencia lejana, lo que significa que el impacto positivo no aparece en otras habilidades más lejanas. Por ejemplo, alguien puede mejorar en el ajedrez con la práctica, pero eso no necesariamente resuelve su problema. desorientación espacial", explica Zsófia Bognár, una de las autoras principales.
Hasta ahora, en perros se han estudiado principalmente los efectos de los suplementos nutricionales, mientras que los estudios sobre terapia cognitiva son escasos y la fisioterapia aún está por explorar.
Para saber qué terapia es la más eficaz, los investigadores invitaron a los dueños de perros a participar en un curso de doce semanas, llamado "Programa de Experiencia Compleja", y dos pruebas de comportamiento en ELTE con sus perros de ocho años o más:una prueba antes y otra uno después del curso. El objetivo era ver si el curso o la terapia mejoraría el rendimiento de los perros en la prueba. Se inscribieron un total de 109 perros para el curso, pero 25 no pasaron el examen de salud inicial.
"Solo queríamos estudiar perros sanos porque las enfermedades afectan el proceso de envejecimiento. Dividimos a los solicitantes en cuatro grupos. A un grupo, los entrenadores de perros les dieron todo tipo de tareas mentalmente desafiantes, incluidos juegos interactivos.
"En el segundo grupo, un fisioterapeuta dirigió el entrenamiento, por ejemplo, utilizando herramientas inflables para desarrollar las habilidades de equilibrio de los perros. El tercer grupo alternó sesiones cognitivas y de fisioterapia. El cuarto grupo fue el control, que no asistió a ningún entrenamiento entre las dos pruebas de comportamiento", afirma Dóra Szabó, la otra autora principal del estudio.
Más información: Zsófia Bognár et al, El efecto conductual de las terapias de intervención física y cognitiva a corto plazo en perros viejos, GeroScience (2024). DOI:10.1007/s11357-024-01122-2
Proporcionado por la Universidad Eötvös Loránd