¿Flor o poder? Los activistas temen que la mina de litio pueda matar una planta rara
Una planta de trigo sarraceno de Tiehm comienza a florecer en su hábitat nativo en Silver Peak Range en el condado de Esmeralda, Nevada, junto a Rhyolite Ridge, el sitio de una mina de litio propuesta.
Delicados capullos rosados se mecen con la brisa del desierto, preñados de pompones amarillos cuya explosión alfombrará el polvoriento rincón de Nevada, el único lugar de la Tierra donde existen.
Bajo sus raíces se encuentran vastas reservas de litio, vital para las baterías recargables de los automóviles eléctricos que reducirán la contaminación que calienta el planeta.
Pero los activistas temen que la extracción del metal precioso pueda destruir el diminuto hábitat de la flor.
"Esta mina va a provocar la extinción", afirma Patrick Donnelly, un ambientalista que trabaja en el Centro para la Diversidad Biológica, una organización no gubernamental.
"De alguna manera afirman que no están dañando la (planta). ¿Pero te imaginas si alguien construyera una mina a cielo abierto a 200 pies de tu casa? ¿No afectaría eso tu vida profundamente?"
La planta en cuestión es el trigo sarraceno de Tiehm.
Sólo se conocen unos 20.000 ejemplares, que crecen en unos pocos lugares muy específicos de una superficie total equivalente a unos cinco campos de fútbol.
En 2022, las autoridades federales de EE. UU. clasificaron esta flor silvestre como en peligro de extinción, y la minería fue citada como una gran amenaza para su supervivencia.
La planta y la reserva de litio en la que crece encarnan uno de los desafíos y contradicciones clave de la lucha climática global:¿cuánto daño podemos infligir al mundo natural mientras buscamos detener o revertir los problemas que ya hemos creado? P>