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    Padres del año:las aves rapaces carroñeras demuestran un alto nivel de colaboración en la crianza de los polluelos

    Macho adulto (izquierda) y hembra (derecha) posados ​​sobre un alambre. Crédito:Diego Gallego-García

    Seamos realistas, los carroñeros tienen mala reputación. Sin embargo, según un nuevo artículo publicado en el Journal of Raptor Research , parejas de halcones carroñeros llamados caracaras Chimango (Milvago chimango) demuestran un entrañable nivel de colaboración mientras crían a sus polluelos.



    En su artículo, "Cuidado biparental en una rapaz generalista, el Chimango Caracara en el centro de Argentina", Diego Gallego-García del Centro para el Estudio y Conservación de Aves Rapaces de Argentina (CECARA) y sus coautores comparten los resultados de un estudio de dos estudio de un año sobre los comportamientos de anidación de los padres Chimango.

    Este es el primer estudio de este tipo para la especie. Como grupo, los caracaras siguen siendo relativamente poco estudiados, pero son aves notablemente curiosas, creativas y carismáticas. Las lagunas de conocimiento existentes sobre temas de la historia de vida del caracara limitan nuestra comprensión colectiva de su dinámica poblacional, contribuciones ecológicas y estado de conservación específico de cada especie. Más estudios como este podrían ampliar nuestra conciencia caracara.

    Los caracaras chimango son comunes en el centro de Argentina, donde se realizó este estudio, y son una de las nueve especies de caracaras vivas, todas las cuales viven en América y en ningún otro lugar. Generalmente, las especies de aves rapaces con una gran diferencia de tamaño entre los sexos exhiben una clara división de la responsabilidad parental:la hembra más grande incuba los huevos, cuida a los polluelos y defiende el nido, mientras que el macho más pequeño caza a sus presas.

    Chimango macho adulto incubando los huevos en un nido observado. Crédito:Mikel Larrea

    Los caracaras chimango, sin embargo, muestran poca diferencia de tamaño entre los sexos y son tanto depredadores como carroñeros, lo que significa que sus fuentes de alimento son relativamente impredecibles. Por lo tanto, dividir la carga de trabajo de alimentación y cuidado de las crías podría ser el mejor camino hacia el éxito. Esto es lo que el equipo de Gallego-García se propuso investigar.

    El equipo observó 70 nidos de caracara de Chimango durante las temporadas de reproducción de 2016 y 2017 y confirmó que las parejas compartían la mayoría de las responsabilidades parentales en el nido, a saber, la incubación, la crianza y la entrega de alimentos. Además de dividir la carga de trabajo, los chimangos machos y hembras de este estudio demostraron una comprensión detallada de las necesidades de sus polluelos en todas las etapas de desarrollo.

    Por ejemplo, durante los primeros días de desarrollo de los polluelos, cuando no podían regular la temperatura adecuadamente, los padres dedicaban más tiempo a meditar en la mañana, cuando las temperaturas eran más bajas. Además, a medida que los polluelos crecieron, experimentaron un aumento en sus necesidades de alimentos durante el pico de desarrollo, y los padres chimango igualaron esto trayendo más alimentos.

    Un chimango acurrucado en su nido. Crédito:Mikel Larrea

    Estudiar la vida hogareña de las aves rapaces puede ayudar a iluminar el panorama general de cómo les está yendo a las redes alimentarias. Según Gallego-García, "La importancia de estudiar la biología reproductiva de las aves rapaces va más allá de la conservación de las especies mismas. Las aves rapaces ocupan la posición más alta en la cadena alimentaria y, por lo tanto, controlan las poblaciones de las especies de presa que se encuentran debajo. Necesitamos saber qué sucede durante la reproducción. , que es una de las etapas de su vida más importantes y frágiles."

    Gallego-García también dice que muchos propietarios de tierras en el área están felices de aprender más sobre los caracaras de su patio trasero, una tendencia que, con suerte, continuará. "La mayoría nos llama cuando encuentran un chimango herido, un polluelo muerto o un nuevo nido activo. A cambio, los invitamos a asistir a jornadas de anillamiento con polluelos."

    Gallego-García y sus coautores sugieren investigaciones futuras sobre el éxito reproductivo en zonas más amplias del área de distribución de esta especie, y les gustaría investigar las estimaciones de supervivencia de los polluelos después de que se dispersan del área de reproducción y se vuelven independientes. Con suerte, un mayor apoyo a dicha investigación conducirá a un conocimiento fundamental más sólido de estas aves rapaces únicas y sus contribuciones a la salud del ecosistema, cuyos detalles apenas estamos comenzando a comprender.

    Más información: Diego Gallego-García et al, Cuidado biparental en una rapaz generalista, el Chimango Caracara en el centro de Argentina, Journal of Raptor Research (2024). DOI:10.3356/JRR-23-16

    Proporcionado por la Fundación de Investigación Raptor




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