El puercoespín fósil de Florida resuelve un espinoso dilema que lleva 10 millones de años en desarrollo
Los puercoespines sudamericanos tienen púas grandes y huecas, mientras que los de América del Norte son menos llamativos, pero igualmente dolorosos. Crédito:Museo de Florida, Kristen Grace
Hay un debate de larga data entre los biólogos que estudian los puercoespines. Hay 16 especies de puercoespín en América Central y del Sur, pero sólo una en Estados Unidos y Canadá. La evidencia de ADN sugiere que el único puercoespín de América del Norte pertenece a un grupo que se originó hace 10 millones de años, pero los fósiles parecen contar una historia diferente. Algunos paleontólogos creen que pudieron haber evolucionado hace apenas 2,5 millones de años, al comienzo de las edades de hielo.
Un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology afirma haber reconciliado la disputa gracias a un esqueleto de puercoespín excepcionalmente raro y casi completo descubierto en Florida.
Los autores llegaron a su conclusión estudiando diferencias clave en la estructura ósea entre los puercoespines de América del Norte y del Sur, pero llegar allí no fue fácil. Fue necesaria toda una clase de estudiantes universitarios y de posgrado y varios años de cuidadosa preparación y estudio.
"Incluso para un curador experimentado con toda la experiencia necesaria, se necesita una cantidad increíble de tiempo para estudiar y procesar completamente un esqueleto completo", dijo la autora principal Natasha Vitek. Mientras estudiaba doctorado en el Museo de Historia Natural de Florida, Vitek se asoció con el curador de paleontología de vertebrados Jonathan Bloch para crear un curso universitario en el que los estudiantes adquirieron experiencia práctica en investigación mediante el estudio de fósiles de puercoespín.
La radiación antigua dio lugar a los roedores más grandes del mundo
Los puercoespines son un tipo de roedor y sus ancestros probablemente se originaron en África hace más de 30 millones de años. Desde entonces, sus descendientes han vagado por Asia y partes de Europa por tierra, pero su viaje a América del Sur es un acontecimiento particularmente decisivo en la historia de los mamíferos.
Cruzaron el Océano Atlántico (probablemente haciendo rafting) cuando África y América del Sur estaban mucho más juntas que hoy. Fueron los primeros roedores que pisaron el continente, donde evolucionaron hasta convertirse en grupos muy conocidos como cobayas, chinchillas, capibaras y puercoespines.
Algunas adquirieron proporciones gigantescas. Había animales pesados, parecidos a ratas, de hasta cinco pies de largo, equipados con un cerebro diminuto que pesaba menos que una ciruela. Los parientes extintos del carpincho crecieron hasta alcanzar el tamaño de vacas.
Los puercoespines siguieron siendo relativamente pequeños y evolucionaron adaptaciones para la vida en las copas de los árboles de las exuberantes selvas tropicales de América del Sur. Hoy en día, viajan a través del dosel con la ayuda de largos dedos cubiertos con garras romas en forma de hoz, en un ángulo perfecto para agarrar las ramas. Muchos también tienen colas largas y prensiles capaces de soportar su peso, que utilizan para trepar y alcanzar frutas.
Más información: Natasha S. Vitek et al, Un puercoespín norteamericano extinto con cola sudamericana, Current Biology (2024). DOI:10.1016/j.cub.2024.04.069
Información de la revista: Biología actual
Proporcionado por el Museo de Historia Natural de Florida