* Tamaño y brillo: El sol es increíblemente grande y brillante. Esto hace que parezca más cerca de lo que realmente es. Nuestros cerebros no están acostumbrados a lidiar con objetos de esa escala, por lo que instintivamente suponemos que están más cerca de lo que están.
* Falta de señales de profundidad: Confiamos en señales de profundidad como perspectiva, paralaje y neblina atmosférica para juzgar distancias. En el caso del sol, estas señales están ausentes. Aparece como un disco plano en el cielo, sin ningún sentido de profundidad.
* Distorsión atmosférica: La atmósfera de la Tierra puede doblar la luz, haciendo que el sol parezca más grande y más cerca del horizonte de lo que realmente es.
* Factores psicológicos: Nos atrae el calor y la luz del sol. Esto puede crear un sentimiento de cercanía, a pesar de que está a 93 millones de millas de distancia.
En realidad, el sol está a unos 93 millones de millas (150 millones de kilómetros) de la Tierra. ¡Esa es una gran distancia!
Es importante recordar que nuestra percepción del mundo no siempre es precisa. La aparente cercanía del sol es un testimonio de cómo nuestros cerebros intentan dar sentido a un universo vasto y complejo.