* Estabilidad orbital: La gravedad del sol es lo que mantiene a los planetas en sus órbitas. Actúa como una correa invisible, tirando de cada planeta hacia el sol mientras su inercia (tendencia a seguir moviéndose en línea recta) evita que caigan. Sin este equilibrio, los planetas volarían en línea recta tangente a sus órbitas.
* Temperatura: El sol es la fuente de casi todo calor y luz en nuestro sistema solar. Sin ella, la Tierra se congelaría rápidamente, convirtiéndose en un páramo desolado y helado.
* vida: Toda la vida en la tierra depende de la energía del sol. Sin ella, las plantas morirían, los animales de hambre y la biosfera colapsarían.
Esto es lo que sucedería con cada planeta específicamente:
* Mercurio, Venus, Tierra, Marte: Es probable que estos planetas internos sean arrojados al sistema solar externo o incluso más allá, potencialmente convirtiéndose en planetas rebeldes deambulando por la galaxia.
* Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno: Estos gigantes de gas, con su tamaño masivo y su atracción gravitacional, pueden sobrevivir un poco más, pero también serían expulsados del sistema solar. Sin embargo, sus lunas probablemente serían arrojadas al espacio.
El destino del sistema solar:
El sistema solar dejaría de existir tal como lo conocemos. Los planetas se dispersarían por la galaxia, y los escombros restantes probablemente chocarían entre sí, lo que conduciría a un ambiente caótico y destructivo.
El resultado final: La gravedad del Sol es la fuerza fundamental que mantiene nuestro sistema solar unido. Sin ella, la tierra y todos los otros planetas se perderían por la inmensidad del espacio, dejando atrás un vacío frío, oscuro y sin vida.