Crédito:Instituto Karolinska
En un artículo publicado recientemente en la revista Trends in Microbiology , el autor Alberto J. Martin-Rodriguez, especialista sénior en investigación del Departamento de Microbiología, Tumor y Biología Celular del Karolinska Institutet, explica cómo descubrió que distintas cepas bacterianas utilizan selectivamente la respiración para la colonización de superficies.
Las bacterias pueden vivir como células individuales (planctónicas) o formando comunidades multicelulares, llamadas biopelículas. En muchos ecosistemas, este modo de vida multicelular es el estilo de vida preferido, y hoy en día está claro que muchas infecciones clínicamente relevantes son causadas por bacterias del biofilm. En las biopelículas, las bacterias pueden hacer frente mejor a los factores ambientales estresantes y son más resistentes a la acción de los antibióticos o del sistema inmunitario. Al formar biopelículas, las bacterias también pueden ocupar ciertos nichos dentro o fuera de un huésped vivo, desplazando a los microbios de la competencia, incluida la microbiota del huésped.
Las bacterias que viven en biopelículas son más resistentes al tratamiento con antibióticos. Por lo tanto, los mecanismos que vinculan el metabolismo energético con la formación de biopelículas pueden convertirse en un objetivo para terapias innovadoras contra infecciones recalcitrantes de biopelículas, así como para prevenir la formación de biopelículas en materiales biomédicos. Se ha demostrado que la eficacia de los antibióticos está íntimamente relacionada con la respiración bacteriana y, en este sentido, el metabolismo energético bacteriano ya se ha convertido en un objetivo contra la resistencia a los antimicrobianos.
"En este artículo de opinión encargado, luego de una serie de artículos que he dirigido en los últimos años, proporciono evidencia que respalda que el metabolismo energético y la regulación de la formación de biopelículas están íntimamente relacionados en las bacterias y, lo que es más importante, que estos vínculos son específicos de la cepa. , no se limita a la adquisición de energía per se, y puede dirigir subgrupos de cepas para ocupar ciertos nichos ambientales o asociados con el huésped", dice Alberto J. Martin-Rodriguez. "Estos hallazgos tienen implicaciones importantes en la fisiología bacteriana, la partición de nichos, las interacciones intermicrobianas y la propia evolución bacteriana". Superando las biopelículas:un nuevo estudio identifica genes esenciales para la supervivencia bacteriana