Los antiguos griegos y romanos se referían a la amatista como "amethystos", que significa "no borracho" o "contra la intoxicación". La amatista era un adorno popular para bebidas y talismanes para protegerse de la embriaguez y promover el pensamiento claro y la sobriedad. La evidencia más antigua del uso de amatista se remonta al período Neolítico, alrededor del año 10.000 a. C., donde se encontraron cuentas y joyas de amatista en sitios arqueológicos. Los antiguos egipcios también usaban amatista en sus joyas y se consideraba un símbolo de realeza y poder.