En 1817, Johann Döbereiner notó un patrón cuando agrupó ciertos elementos según sus masas atómicas y propiedades químicas. Observó que los elementos con propiedades químicas similares suelen tener masas atómicas que aumentan en intervalos regulares. Las tríadas de Döbereiner consistían en grupos de tres elementos con propiedades químicas similares, donde la masa atómica del elemento intermedio era aproximadamente el promedio de las masas atómicas de los otros dos elementos.
En 1864, John Newlands propuso de forma independiente una idea similar llamada "Ley de las Octavas". Newlands ordenó los elementos conocidos en orden de masa atómica creciente y observó que uno de cada ocho elementos (contando a partir del litio) tenía propiedades químicas similares. Comparó este patrón con el patrón repetido de notas musicales en una octava. Sin embargo, la Ley de las Octavas de Newlands no funcionó bien para elementos distintos del calcio y no fue ampliamente aceptada en ese momento.
Combinando el concepto de tríadas de Döbereiner y la Ley de Octavas de Newlands, Mendeleev pudo desarrollar la tabla periódica más completa y precisa que conocemos hoy.