El campo magnético del Sol cambia constantemente y ocasionalmente produce nudos magnéticos que equivalen a la torsión de una banda elástica. Estos nudos pueden interrumpir el flujo de plasma caliente en el interior del Sol, provocando que se enfríe y se hunda bajo la superficie. Esto crea una región de menor presión que permite que el plasma más caliente desde abajo se eleve, empujando el plasma más frío hacia abajo y creando una mancha solar.
La presencia de manchas solares se correlaciona con una mayor actividad solar, incluidas erupciones solares y eyecciones de masa coronal. Las erupciones solares son poderosas ráfagas de energía que pueden interrumpir las comunicaciones por radio y dañar los satélites. Las eyecciones de masa coronal son la expulsión de grandes cantidades de plasma de la corona del Sol, que pueden crear tormentas geomagnéticas en la Tierra.
El número de manchas solares cambia con el tiempo de forma cíclica conocida como ciclo solar. El ciclo solar dura unos 11 años y tiene un pico y un valle. Durante el pico del ciclo solar, el Sol produce más manchas solares y aumenta la actividad solar. Durante la depresión, el Sol produce menos manchas solares y menos actividad solar.
El ciclo solar más reciente, conocido como Ciclo Solar 24, comenzó en 2008 y se espera que alcance su punto máximo en 2024-2025.