- Lanzamiento a una altitud de aproximadamente 10 kilómetros (6 millas)
- Realizar una reentrada controlada a la atmósfera.
- Aterrizar de forma segura en una plataforma de aterrizaje
El vuelo de prueba logró con éxito estos tres objetivos. Starship alcanzó una altitud máxima de 10 kilómetros, realizó con éxito un reingreso controlado y aterrizó de manera segura en la plataforma de aterrizaje. El vuelo de prueba también demostró la estabilidad y maniobrabilidad del Starship durante el vuelo.
En conclusión, la segunda prueba de vuelo de Starship no fue un fracaso. Fue un vuelo de prueba exitoso que logró todos sus objetivos.