1. Clima pasado: La atmósfera de Venus probablemente fue diferente en el pasado. Los modelos y la evidencia indican que Venus pudo haber tenido un clima más frío con agua líquida en su superficie, similar al de la Tierra.
2. Suministro de agua: Venus tuvo mucha agua en el pasado. Esto se ve respaldado por la presencia de antiguos deltas fluviales y redes de valles visibles en su superficie.
3. Tectónica de placas: Algunos científicos creen que Venus pudo haber tenido placas tectónicas al principio de su historia, lo que podría haber ayudado a regular su clima y temperatura superficial.
4. Efecto invernadero: La espesa atmósfera actual de Venus, rica en dióxido de carbono, contribuye a su extremo efecto invernadero. Sin embargo, es posible que la atmósfera fuera menos densa en el pasado, lo que redujo el efecto invernadero.
5. Producción solar: La luminosidad del Sol era menor en el pasado, por lo que es posible que Venus haya recibido menos radiación solar, lo que permitió que existiera agua líquida a pesar del efecto invernadero.
6. Nubosidad: La actual capa de nubes de Venus refleja en gran medida la luz solar, lo que contribuye a las altas temperaturas de su superficie. Si Venus hubiera tenido diferentes propiedades de las nubes en el pasado, podría haber reflejado menos luz solar, lo que habría provocado un clima más frío.
7. Composición atmosférica: La composición de la atmósfera podría haber sido diferente en el pasado, con gases como el dióxido de azufre y el vapor de agua desempeñando un papel en la regulación de la temperatura y la humedad.
Si bien Venus es hoy inhóspito, estas líneas de evidencia sugieren que Venus podría haber tenido condiciones adecuadas para la vida hace miles de millones de años.