Los viajes en aviones comerciales contribuyen al cambio climático mediante la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), como dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y vapor de agua. Durante la combustión, los motores a reacción liberan CO2 y N2O, dos potentes gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera y contribuyen al calentamiento global.
2. Estelas de vapor y formación de nubes cirros:
Las estelas de vapor son rastros largos y delgados de vapor de agua condensado que quedan detrás de los aviones a gran altura. Estas estelas de vapor pueden convertirse en cirros, un tipo de nube de hielo a gran altitud. Los cirros impactan el clima al atrapar el calor y contribuir al efecto invernadero.
3. Ozono troposférico:
Las emisiones de los motores de los aviones también contribuyen a la formación de ozono troposférico (O3), un contaminante que puede dañar la salud humana y contribuir al cambio climático. Los óxidos de nitrógeno (NOx) emitidos por los aviones reaccionan con la luz solar para producir ozono.
4. Aerosoles y forzamiento radiativo:
Las emisiones de los aviones también incluyen aerosoles como hollín, partículas y partículas de sulfato. Estos aerosoles pueden dispersar directamente la luz solar, reflejando una parte de la energía solar de regreso al espacio, lo que tiene un efecto refrescante. Sin embargo, también pueden modificar las propiedades de las nubes, lo que genera efectos complejos sobre el forzamiento radiativo y el comportamiento de las nubes.
5. Forzamiento radiativo de las nubes cirros:
El impacto de las estelas de vapor y la formación de cirros en el clima sigue siendo un tema de investigación científica en curso. Si bien las estelas de vapor tienen un efecto de corta duración, la posibilidad de que los cirros persistentes inducidos por las estelas de vapor atrapen el calor plantea dudas sobre su impacto radiativo a largo plazo.
6. Efectos no relacionados con el CO2:
Además de las emisiones de CO2, otros efectos no relacionados con el CO2 asociados con la aviación incluyen cambios en la química atmosférica, aerosoles y nubosidad, que pueden influir en los patrones climáticos y las condiciones climáticas regionales.
7. Emisiones a gran altitud:
Las emisiones de los motores de las aeronaves se producen en la troposfera superior y la estratosfera inferior, donde su impacto en el clima puede diferir de las emisiones en altitudes más bajas. Factores como la química atmosférica y los procesos de transporte a mayor altitud pueden afectar los efectos ambientales de las emisiones de la aviación.
8. Esfuerzos de política y mitigación:
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la industria de la aviación están explorando medidas para reducir el impacto climático de los viajes aéreos, incluida una mayor eficiencia del combustible, el uso de combustibles de aviación sostenibles y cambios operativos. Los mecanismos de compensación de carbono también son parte del debate.
En conclusión, el tráfico de aviones comerciales afecta el clima a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, la formación de estelas de vapor, la producción de ozono troposférico y las emisiones de aerosoles. Si bien aún se están estudiando el alcance preciso y los efectos a largo plazo de la aviación en el clima, se están realizando esfuerzos para mitigar el impacto de los viajes aéreos en el medio ambiente y promover prácticas sostenibles en el sector de la aviación.