El grafeno se considera desde hace mucho tiempo un material maravilloso. Sin lugar a dudas, tiene propiedades asombrosas:más resistente que el acero, mejor conductor eléctrico que el cobre y más liviano que casi cualquier otra cosa con propiedades similares. Y si bien se ha adoptado parcialmente en las tecnologías espaciales, aún quedan muchos casos de uso en los que una forma pura del material podría beneficiar dramáticamente a la industria espacial.
Para detallar esas oportunidades, un grupo de científicos de la Agencia Espacial Italiana publicó recientemente un artículo en Nanomaterials. que analizó el papel del grafeno en la exploración espacial y dónde podría tener un impacto aún mayor en breve.
Cuando se utiliza en tecnologías espaciales, simplemente regresa a un lugar donde ya existe de forma natural. Las investigaciones han demostrado que hasta el 1,9% del carbono medio interestelar está compuesto de grafeno. Se crea durante el proceso destructivo de una estrella que atraviesa su agonía y se propaga por toda la galaxia como parte de ese proceso.
Desafortunadamente, recrear una supernova no es particularmente fácil aquí en la Tierra (pregúntele a cualquier físico nuclear). Y crear grafeno aquí en la Tierra tampoco es fácil, al menos no a la escala necesaria para que se realicen todas sus propiedades materiales. Pero incluso un poco de grafeno añadido a la mezcla marca la diferencia.
Normalmente, los ingenieros combinan grafeno con diferentes metales y polímeros para aplicaciones espaciales, dando lugar a una clase de materiales conocidos como nanocompuestos. Incluso esta pequeña cantidad de material maravilloso puede tener importantes beneficios positivos para el compuesto resultante, ya sea aumentando su conductividad térmica o su rigidez. Algunos compuestos pueden incluso usarse como sensores, y su salida controla cosas como el posicionamiento de cohetes.