En otras palabras, para que un objeto esté en equilibrio, las fuerzas que actúan sobre él deben estar equilibradas.
A continuación se muestran algunos ejemplos de fuerzas que pueden actuar sobre un objeto sin provocar que se acelere:
- Fuerza gravitacional: La fuerza gravitacional es la fuerza de atracción entre dos masas. Si un objeto está en el suelo, la fuerza gravitacional de la Tierra lo atrae hacia abajo. Sin embargo, si el objeto también está sostenido por una superficie, como una mesa, la fuerza normal de la superficie empuja el objeto hacia arriba. Estas dos fuerzas se anulan entre sí, lo que da como resultado que no haya fuerza neta ni aceleración.
- Fuerza de fricción: La fuerza de fricción es la fuerza que se opone al movimiento de un objeto cuando está en contacto con otra superficie. Si un objeto se mueve sobre una superficie horizontal, la fuerza de fricción de la superficie se opone al movimiento del objeto. Sin embargo, si el objeto no se mueve, la fuerza de fricción es cero.
- Resistencia del aire: La resistencia del aire es la fuerza que se opone al movimiento de un objeto a través del aire. Si un objeto se mueve en el aire, la resistencia del aire se opone al movimiento del objeto. Sin embargo, si el objeto no se mueve, la resistencia del aire es cero.