Sin embargo, el modelo de Bohr tiene varias limitaciones y no describe con precisión el comportamiento de los electrones en átomos y moléculas más complejos. Según la teoría atómica moderna, basada en la mecánica cuántica, los electrones no se mueven en órbitas bien definidas, sino que ocupan regiones tridimensionales alrededor del núcleo llamadas orbitales. Estos orbitales están definidos por funciones matemáticas que describen la probabilidad de encontrar un electrón en un punto determinado del espacio.
La forma y orientación de los orbitales están determinadas por la energía, el momento angular y el espín del electrón. Cada orbital puede contener un máximo de dos electrones con espines opuestos, de acuerdo con el principio de exclusión de Pauli. Esta descripción de la mecánica cuántica del comportamiento de los electrones proporciona una comprensión más precisa y completa de la estructura atómica y molecular, los enlaces químicos y las propiedades de la materia.
En resumen, la principal diferencia entre la posición de los electrones en el modelo de Bohr y la teoría atómica moderna es que el modelo de Bohr coloca los electrones en órbitas circulares fijas, mientras que la mecánica cuántica moderna describe a los electrones ocupando orbitales tridimensionales definidos por distribuciones de probabilidad. El modelo de mecánica cuántica ofrece una comprensión más precisa y sofisticada del comportamiento de los electrones y es esencial para explicar diversos fenómenos atómicos y químicos.