* Un ruido fuerte: Las ondas de sonido que golpean sus tímpanos son un estímulo externo que desencadena una respuesta sensorial.
* El olor a galletas recién horneadas: Las moléculas de las galletas flotan a través del aire estimulan sus receptores olfativos, lo que hace que perciba el olor.
* Una ducha fría: El cambio de temperatura del agua contra su piel es un estímulo externo que activa sus receptores de temperatura.
* El sentimiento de un abrazo: La presión de alguien que te abraza es un estímulo externo que activa tus receptores táctiles.
* Una luz brillante: Los fotones de la luz que ingresan a sus ojos estimulan sus células fotorreceptoras, lo que le permite ver.
Estos son solo algunos ejemplos. Cualquier cosa que se origine fuera de su cuerpo e interactúe con sus sentidos puede considerarse un estímulo externo.