1. Fundamentos de alfabetización y aritmética:
El año de recepción marca el comienzo de la educación formal de un niño en alfabetización y aritmética. Este año es cuando los niños aprenden los conceptos básicos de lectura, escritura y matemáticas. El cierre de escuelas puede alterar este aprendizaje fundamental, dificultando que los niños se pongan al día más adelante.
2. Desarrollo de Habilidades Sociales y Emocionales:
El año de recepción es un período crucial para que los niños desarrollen habilidades sociales y emocionales, como hacer amigos, compartir, turnarse y seguir instrucciones. El cierre de escuelas limita las oportunidades de que los niños interactúen con sus compañeros y aprendan estas habilidades esenciales.
3. Adquisición del lenguaje:
El cierre de escuelas puede obstaculizar la adquisición del idioma, especialmente para los niños de entornos desfavorecidos que pueden tener un acceso limitado a entornos ricos en idiomas en el hogar. El año de recepción proporciona un entorno de apoyo para el desarrollo del lenguaje, con exposición a una variedad de textos, historias y debates.
4. Fomentar la independencia y la confianza en uno mismo:
El año de admisión es cuando los niños comienzan a ganar independencia y a desarrollar un sentido de confianza en sí mismos. El cierre de escuelas puede sofocar este desarrollo, ya que los niños pueden volverse más dependientes de los adultos y perder oportunidades de desarrollar su autoestima a través de logros e interacciones con sus compañeros.
5. Identificación y apoyo a necesidades especiales:
El año de acogida suele ser el momento en el que se identifican por primera vez las necesidades educativas especiales. Estas necesidades pueden incluir dificultades del habla y del lenguaje, problemas de aprendizaje o problemas de conducta. El cierre de escuelas puede retrasar la identificación y el apoyo a los niños con necesidades especiales.
6. Impacto en los padres y las familias:
El cierre de escuelas también afecta a los padres y las familias, quienes pueden necesitar adaptar sus responsabilidades laborales y domésticas para adaptarse a la falta de escolarización. Esto puede generar estrés y suponer una tensión adicional para las familias, afectando potencialmente el bienestar general tanto de los niños como de los padres.
7. Ampliación de las brechas de rendimiento:
El cierre de escuelas puede exacerbar las desigualdades existentes, ya que los niños de familias más acomodadas pueden tener acceso a recursos educativos adicionales y apoyo durante el cierre, mientras que aquellos de entornos desfavorecidos pueden quedarse aún más rezagados.
Dada la importancia del año de recepción, es esencial priorizar la reapertura segura de las escuelas siempre que sea posible y brindar apoyo adicional para ayudar a los niños a recuperar cualquier brecha de aprendizaje causada por el cierre de escuelas. Esto puede incluir intervenciones específicas, recursos adicionales y apoyo tanto para los niños como para las familias para mitigar el impacto negativo en su desarrollo.