1.Aumento de la participación en la fuerza laboral:
Los subsidios para el cuidado de los niños permiten a las madres participar en la fuerza laboral al reducir las barreras financieras al cuidado de los niños. Las madres que reciben subsidios pueden permitirse el lujo de trabajar, incluso si tienen hijos pequeños, lo que aumenta la tasa general de participación de las madres en la fuerza laboral.
2.Avance profesional mejorado:
Los subsidios permiten a las madres pasar más tiempo en la fuerza laboral y adquirir una valiosa experiencia laboral, lo que aumenta sus oportunidades de avance profesional. Al reducir la necesidad de tomar pausas prolongadas en su carrera o trabajar a tiempo parcial debido a las responsabilidades de cuidado de los niños, las madres pueden mantener el rumbo de su progresión profesional.
3.Disparidades salariales reducidas:
Los subsidios pueden ayudar a reducir la brecha salarial de género al permitir que las madres sigan empleadas y avancen en sus carreras. Cuando las madres pueden trabajar a tiempo completo y tienen acceso a servicios de cuidado infantil asequibles, pueden ganar salarios más altos y acumular más ahorros para la jubilación, reduciendo la brecha entre sus ingresos y los de los padres.
4.Equilibrio entre vida personal y laboral:
El acceso a subsidios para el cuidado de los niños puede brindar a las madres más flexibilidad y control sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Saber que sus hijos están bien cuidados en un ambiente seguro y acogedor permite a las madres concentrarse en sus carreras sin preocuparse constantemente por sus hijos.
5.Participación de los padres:
Los subsidios también pueden apoyar indirectamente la trayectoria profesional de los padres al fomentar una distribución más equitativa de las responsabilidades del cuidado de los niños. Cuando se reduce la carga financiera del cuidado de los niños, es más probable que los padres asuman una parte igual de las tareas de cuidado de los niños, lo que permite a ambos progenitores seguir carreras satisfactorias sin cargar con toda la carga del cuidado de los niños.
6.Romper los roles de género tradicionales:
Al permitir que más madres participen plenamente en la fuerza laboral, los subsidios pueden desafiar los roles y expectativas de género tradicionales. Ver un mayor número de madres en puestos de liderazgo puede inspirar a las generaciones más jóvenes a pensar más allá de la carrera profesional convencional y alcanzar su máximo potencial.
7.Impacto económico a largo plazo:
Reducir la brecha de género en las trayectorias profesionales tiene beneficios a largo plazo para la economía en su conjunto. Conduce a una mayor productividad, innovación y crecimiento económico como resultado de los talentos y contribuciones combinados de mujeres y hombres.
Sin embargo, es importante reconocer que las subsidiarias de cuidado infantil deben ser parte de un enfoque integral que aborde otras barreras sistémicas a la igualdad de género en el lugar de trabajo, como la discriminación en el lugar de trabajo, los acuerdos laborales inflexibles y la falta de licencia familiar remunerada. Al combinar los subsidios para el cuidado infantil con estas medidas políticas más amplias, las sociedades pueden crear un mercado laboral más equitativo e inclusivo tanto para las madres como para los padres, beneficiando a las familias, las empresas y las economías por igual.