A pesar de todo esto, algunos jefes abusivos todavía logran obtener un pase de sus empleados. Hay algunas razones por las que esto podría suceder:
1. Intimidación:algunos empleados pueden tener miedo de hablar en contra de un jefe abusivo porque temen represalias. El jefe puede tener un historial de despedir a empleados que se quejan de ellos o de hacerles la vida laboral miserable. Los empleados que hablan pueden encontrar sus carreras estancadas o pueden ser sometidos a otras formas de acoso.
2. Negación:Algunos empleados pueden simplemente negar que su jefe sea abusivo. Pueden racionalizar el comportamiento del jefe como necesario para el éxito de la empresa o como resultado del estrés. También pueden creer que son los únicos a los que están tratando mal, cuando en realidad, muchos otros empleados están pasando por lo mismo.
3. Síndrome de Estocolmo:El síndrome de Estocolmo es un fenómeno psicológico en el que los rehenes o las víctimas de abuso desarrollan un vínculo positivo con sus captores o abusadores. En el caso de jefes abusivos, los empleados pueden desarrollar sentimientos de lealtad y gratitud hacia el jefe, aunque éste los trate mal. Pueden creer que el jefe está haciendo lo mejor que puede o que son los únicos que pueden salvar la empresa.
4. Falta de opciones:Algunos empleados pueden sentir que no tienen otra opción que aguantar a un jefe abusivo. Es posible que necesiten el trabajo o que no tengan las habilidades o la experiencia para conseguir otro trabajo. También pueden sentir que son demasiado mayores o están demasiado cerca de jubilarse para empezar de nuevo.
5. Habilitar:Algunos empleados pueden, sin darse cuenta, habilitar a un jefe abusivo. Pueden lograr esto estando de acuerdo con todas las decisiones del jefe, sin cuestionar nunca su autoridad ni poner excusas por su comportamiento. Esto puede facilitar que el jefe continúe con su comportamiento abusivo.
6. Falta de rendición de cuentas:En las organizaciones, a veces hay una falta de rendición de cuentas por comportamientos abusivos. Es posible que RR.HH. no brinde apoyo o no sea eficaz a la hora de abordar las quejas, o que el jefe tenga aliados poderosos que lo protejan de las consecuencias.
Es importante señalar que el comportamiento abusivo nunca es aceptable y no se debe obligar a los empleados a tolerarlo. Si su jefe abusa de usted, hay recursos disponibles para ayudarlo. Puede hablar con su departamento de recursos humanos, presentar una queja ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) o buscar asesoramiento legal.