1. Aumento de la carga de cuidados no remunerados:
Debido al cierre de escuelas y a la movilidad restringida, muchas mujeres experimentaron un aumento de la responsabilidad en el trabajo de cuidados no remunerado, lo que afectó su capacidad para desempeñar un empleo remunerado. Al mismo tiempo, la pérdida de empleo de sus parejas masculinas aumentó aún más sus dificultades financieras.
2.Discriminación en el empleo:
Las mujeres enfrentaron diversas formas de discriminación en el empleo durante la pandemia. Tenían más probabilidades de ser despedidos o suspendidos que los hombres. Incluso aquellos que conservaron sus puestos de trabajo a menudo sufrieron recortes salariales o reducción de horas de trabajo.
3.Movilidad reducida y acceso a servicios:
Los bloqueos y las restricciones de movimiento limitaron la movilidad de las mujeres, lo que obstaculizó su acceso a los mercados, instituciones financieras y otros servicios necesarios para el compromiso económico. Esto disminuyó su capacidad de generar ingresos y su acceso a oportunidades de sustento.
4.Aumento de la brecha digital:
Con el cambio hacia plataformas virtuales para actividades generadoras de ingresos, la brecha digital afectó desproporcionadamente a las mujeres. Muchos carecían de la tecnología necesaria o del acceso a Internet para participar plenamente en actividades en línea, lo que exacerbaba su vulnerabilidad económica.
5.Explotación en el sector informal:
Las mujeres del sector informal, como las vendedoras ambulantes de trabajadores domésticos, experimentaron dificultades importantes. Se enfrentaron a una reducción de clientes, una menor demanda de servicios y condiciones de trabajo inciertas. Esto contribuyó a su ya precaria situación financiera.
6.Disminución de las remesas:
Los trabajadores migrantes a menudo envían dinero a sus familias en las zonas rurales. Debido a la pérdida de empleos o las dificultades de movimiento durante la pandemia, la reducción de las remesas afectó negativamente a los ingresos familiares de las mujeres que quedaron atrás.
7. Mayor dependencia de la microfinanciación explotadora:
Con un acceso limitado a servicios de crédito formales, muchas mujeres recurrieron a planes de microfinanciación no regulados o con altos intereses. Esto condujo a trampas de deuda y vulnerabilidades al abuso económico.
Abordar estas nuevas caras del abuso económico contra las mujeres en la India requiere un enfoque integral que implique:
- Marcos legales sólidos:mejorar las medidas legislativas para proteger los derechos económicos de las mujeres y proporcionar vías de reparación en casos de abuso económico.
- Políticas con perspectiva de género:implementar políticas que prioricen la igualdad de género en el empleo, el acceso al crédito y el apoyo al trabajo de cuidados no remunerado.
- Inclusión Digital:Reducir la brecha digital a través de iniciativas que garanticen el acceso de las mujeres a la tecnología, la formación, la educación y la alfabetización digital.
- Empoderamiento financiero:ampliar los programas de educación financiera y promover instituciones de microfinanzas que ofrezcan tasas de interés justas y prácticas crediticias responsables.
- Entornos de trabajo seguros:hacer cumplir las normas de salud y seguridad para proteger a las mujeres de condiciones laborales de explotación.
Al abordar estas cuestiones, la India puede avanzar hacia un panorama económico más equitativo que proteja a las mujeres de las vulnerabilidades exacerbadas por la pandemia de COVID-19 y las empodere para alcanzar su máximo potencial económico.