El proceso de elaboración de una máscara mortuoria es relativamente sencillo. Primero, se limpia la cara de la persona y se elimina el vello. Luego, se aplica una capa de yeso en el rostro y se deja endurecer. Una vez que el yeso se ha endurecido, se retira y se completa la máscara mortuoria.
Las máscaras mortuorias se pueden utilizar para diversos fines. Pueden exhibirse en hogares o galerías, usarse en ceremonias funerarias o incluso usarse para crear esculturas o pinturas. Además, las máscaras mortuorias se pueden utilizar con fines de identificación, especialmente en los casos en que el cuerpo esté gravemente dañado o en descomposición.
Estos son algunos de los pasos necesarios para hacer una máscara mortuoria:
1. Preparación . Se limpia la cara del difunto y se elimina el pelo. Se cierran los ojos y la boca y se anota cualquier otro rasgo distintivo.
2. Reparto . Se aplica una capa de yeso en la cara, comenzando por la frente y bajando hasta el mentón. El yeso debe aplicarse de manera uniforme y sin burbujas.
3. Endurecimiento . El yeso se deja endurecer durante un período de tiempo, normalmente unos 20 minutos.
4. Eliminación . Una vez que el yeso se ha endurecido, se retira con cuidado del rostro. Este proceso puede ser delicado, ya que la máscara mortuoria puede dañarse fácilmente.
5. Terminar . Se recorta la máscara mortuoria y se suavizan las imperfecciones. También se puede pintar o barnizar para protegerlo de daños.
Las máscaras mortuorias pueden ser un tributo hermoso y duradero a un ser querido. Pueden brindar una sensación de consuelo y cierre a quienes están en duelo, y también pueden servir como un valioso registro histórico.