Los avances en grandes modelos de lenguaje, robótica y software como texto a voz han hecho posible desarrollar robots que pueden comprender el lenguaje, interactuar físicamente y comunicarse verbalmente. Estos avances han abierto posibilidades para que los robots se utilicen con fines educativos. Sin embargo, esto plantea la cuestión de si los robots son tan buenos como los tutores humanos. Si bien los robots ofrecen ciertos beneficios, no pueden replicar las interacciones matizadas y los comentarios personalizados que brindan los tutores humanos.
Para determinar la idoneidad del uso de robots para la educación, el profesor asociado Takamasa Iio de la Universidad de Doshisha, junto con el profesor asociado Yuichiro Yoshikawa, el profesor Hiroshi Ishiguro de la Universidad de Osaka y el profesor asociado Kohei Ogawa de la Universidad de Nagoya, Japón, compararon el rendimiento de los robots actuales. Sistemas de aprendizaje asistido de idiomas (RALL) para tutores humanos. Su estudio, publicado en la Revista Internacional de Robótica Social , exploró la efectividad de cada enfoque para mejorar las habilidades de habla inglesa de los estudiantes en el aprendizaje de una segunda lengua.
"Ha habido un movimiento activo para utilizar robots en la educación, particularmente en la enseñanza de idiomas, que requiere comunicación. Sin embargo, no estaba claro qué beneficios habría al utilizar robots. Comenzamos este estudio con la creencia de que para expandir la uso de robots en el futuro, sería necesario comparar el debate con la base de referencia de los tutores humanos", afirma el Dr. Iio.
Los investigadores llevaron a cabo un experimento con 26 estudiantes universitarios cuya lengua materna era el japonés. Los estudiantes se sometieron a una prueba previa para una evaluación inicial de sus habilidades de habla inglesa. Según las puntuaciones promedio, los estudiantes se dividieron en dos grupos:14 estudiantes recibieron instrucción de un robot, mientras que los 12 participantes restantes recibieron lecciones en línea de profesores de inglés.
A lo largo de siete días, ambos grupos participaron en sesiones diarias de 30 minutos destinadas a mejorar sus habilidades de habla inglesa. El robot utilizado fue un humanoide de mesa llamado CommU, con el que los estudiantes podían interactuar mediante una tableta. Este modelo de robot podría mostrar comportamientos similares a los humanos. Podría asentir para estar de acuerdo, encorvarse para mostrar consideración y levantar las manos para expresar alegría o sorpresa.
Además, hubo tres ejercicios de conversación. El primero implicó un juego de roles, donde el tutor (humano o robot) y el estudiante representaban una conversación en situaciones específicas. Los estudiantes escucharon los guiones del tutor y luego los repitieron.
En el caso del robot, en lugar de texto a voz, se reprodujo un archivo de audio que contenía el discurso de un hablante nativo. El segundo ejercicio fue la práctica con tarjetas didácticas, donde los estudiantes escucharon a su tutor entregar el guión y lo repitieron para memorizarlo. En el ejercicio final, los estudiantes recrearon la conversación con su tutor utilizando los guiones memorizados.
El último día, los participantes se sometieron a pruebas para evaluar sus errores al hablar, fluidez, pronunciación y complejidad del habla (número de palabras utilizadas en las oraciones).
Además, todos los participantes se sometieron a una prueba previa el primer día, seguida de 30 minutos de estudio diario durante 7 días y tres pruebas posteriores el último día.
Los resultados indicaron que el grupo enseñado por el robot cometió menos errores y habló con más fluidez que el grupo enseñado por tutores humanos. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en los resultados entre robots y tutores humanos en otros aspectos.
Los investigadores creen que la mejora se debe a que los estudiantes pudieron practicar los ejercicios con los robots mucho más que con el tutor humano. Este nivel de repetición mejoró su retención de memoria y su habilidad para hablar. Además, la expresión del robot puede haber reducido la ansiedad, permitiéndoles hablar inglés sin temor a ser juzgados.
"Los robots sociales podrían utilizarse más en el aprendizaje de segundas lenguas. Es probable que desempeñen un papel activo en la práctica repetitiva destinada a consolidar palabras, frases y estructuras gramaticales básicas en la memoria", destaca el Dr. Iio.
Si bien los sistemas RALL actuales son suficientes para proporcionar una formación básica en inglés, los investigadores predicen que los sistemas futuros serán más avanzados. Es posible que puedan reconocer el habla de un hablante no nativo, ofrecer correcciones y realizar lecciones interactivas y diálogos abiertos.
Sin embargo, dado que el propósito fundamental del lenguaje es la comunicación con los demás, los tutores humanos seguirán siendo esenciales para ayudar a los estudiantes a sentirse más cómodos y seguros al usar un nuevo idioma en situaciones de la vida real.
Más información: Takamasa Iio et al, Comparación de resultados entre el sistema de aprendizaje de idiomas asistido por robot y tutores humanos:centrándose en la capacidad de hablar, Revista Internacional de Robótica Social (2024). DOI:10.1007/s12369-024-01134-0
Proporcionado por la Universidad de Doshisha