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Cuando encontramos información falsa en las redes sociales, es natural sentir la necesidad de criticarlo o discutirlo. Pero mi investigación sugiere que esto podría hacer más daño que bien. Puede parecer contradictorio pero la mejor manera de reaccionar ante las noticias falsas y reducir su impacto puede ser no hacer nada en absoluto.
La información falsa en las redes sociales es un gran problema. Un comité del parlamento del Reino Unido dijo que la desinformación en línea era una amenaza para "la estructura misma de nuestra democracia". Puede explotar y exacerbar las divisiones en la sociedad. Hay muchos ejemplos que conducen a disturbios sociales e incitan a la violencia, por ejemplo en Myanmar y Estados Unidos.
A menudo se ha utilizado para intentar influir en los procesos políticos. Un informe reciente encontró evidencia de campañas organizadas de manipulación de redes sociales en 48 países diferentes. El Reino Unido es uno de esos países, como lo demuestran los informes de noticias sobre una rama local de los conservadores que instaba a los activistas a hacer campaña "armando noticias falsas".
Los usuarios de las redes sociales también encuentran regularmente información errónea y dañina sobre las vacunas y los brotes de virus. Esto es particularmente importante con el lanzamiento de las vacunas COVID-19 porque la difusión de información falsa en línea puede disuadir a las personas de vacunarse, lo que lo convierte en un asunto de vida o muerte.
Con todas estas consecuencias muy graves en mente, puede ser muy tentador comentar sobre información falsa cuando se publica en línea, señalando que es falsa, o que no estemos de acuerdo. ¿Por qué sería eso algo malo?
Incrementando la visibilidad
El simple hecho es que interactuar con información falsa aumenta la probabilidad de que otras personas la vean. Si la gente lo comenta, o citar un tweet, incluso en desacuerdo, significa que el material se compartirá con nuestras propias redes de amigos y seguidores de las redes sociales.
Cualquier tipo de interacción, ya sea haciendo clic en el enlace o reaccionando con un emoji de cara enojada, hará que sea más probable que la plataforma de redes sociales muestre el material a otras personas. De este modo, la información falsa puede extenderse lejos y rápidamente. Entonces, incluso discutiendo con un mensaje, lo está difundiendo más. Esto importa porque si más gente lo ve, o verlo con más frecuencia, tendrá un efecto aún mayor.
Recientemente completé una serie de experimentos con un total de 2, 634 participantes que analizan por qué las personas comparten material falso en línea. En estos, A las personas se les mostraron ejemplos de información falsa en diferentes condiciones y se les preguntó si era probable que la compartieran. También se les preguntó si habían compartido información falsa en línea en el pasado.
Algunos de los hallazgos no fueron particularmente sorprendentes. Por ejemplo, las personas eran más propensas a compartir cosas que pensaban que eran ciertas o coherentes con sus creencias.
Pero destacaron dos cosas. La primera fue que algunas personas habían compartido deliberadamente información política en línea que sabían en ese momento que no era cierta. Puede haber diferentes razones para hacer esto (intentar desacreditarlo, por ejemplo). La segunda cosa que se destacó fue que las personas se calificaron a sí mismas como más propensas a compartir material si pensaban que lo habían visto antes. La implicación es que si ha visto cosas antes, es más probable que los comparta cuando los vuelva a ver.
Repetición peligrosa
Numerosos estudios han establecido claramente que cuanto más a menudo la gente ve piezas de información, es más probable que piensen que son ciertas. Una máxima común de la propaganda es que si repites una mentira con suficiente frecuencia, se convierte en la verdad.
Esto se extiende a la información falsa en línea. Un estudio de 2018 encontró que cuando las personas veían repetidamente titulares falsos en las redes sociales, los calificaron como más precisos. Este fue incluso el caso cuando los titulares fueron marcados como disputados por verificadores de hechos. Otra investigación ha demostrado que encontrar información falsa repetidamente hace que las personas piensen que es menos ético difundirla (incluso si saben que no es verdad, y no lo creas).
Entonces, para reducir los efectos de la información falsa, la gente debería intentar reducir su visibilidad. Todo el mundo debería intentar evitar difundir mensajes falsos. Eso significa que las empresas de redes sociales deberían considerar eliminar por completo la información falsa, en lugar de simplemente adjuntar una etiqueta de advertencia. Y significa que lo mejor que pueden hacer los usuarios individuales de las redes sociales es no interactuar con información falsa en absoluto.
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation con una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original.