La forma en que se produce y consume la energía debe cambiar:los gobiernos pueden promover nuevas tecnologías energéticas mediante inversiones específicas. Crédito:Shutterstock / Ian Dyball
Como parte de su política exterior, Alemania espera promover las transiciones energéticas en el extranjero a través de asociaciones energéticas internacionales. Un nuevo estudio del Instituto de Estudios Avanzados de Sostenibilidad (IASS) analiza estas asociaciones energéticas bilaterales. Sobre la base de su reputación como pionero en la transición energética, Alemania está aplicando actualmente una estrategia de poder blando destinada a atraer a países extranjeros a sus enfoques de políticas en el sector energético. Según este análisis, Las asociaciones energéticas bilaterales de Alemania son el instrumento político central para este fin.
Los acuerdos internacionales sobre protección del clima requieren una rápida reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía. La forma en que se produce y consume la energía debe cambiar para lograrlo. Los gobiernos pueden promover nuevas tecnologías energéticas mediante inversiones específicas. El apoyo del gobierno a la energía renovable ha visto caer drásticamente los costos en las últimas dos décadas, hacer que la electricidad procedente de instalaciones eólicas y solares sea competitiva con la energía generada por carbón y energía nuclear.
Este desarrollo también ha dado lugar a un cambio en la política energética exterior en la que los enfoques tradicionales para asegurar los recursos energéticos de origen fósil se han visto reforzados por los esfuerzos para fomentar la adopción de tecnologías y soluciones respetuosas con el clima. Como pionero internacional de las energías renovables e importante país industrializado, Alemania se ha convertido en un actor clave en este nuevo campo de la política energética exterior. En un artículo reciente de la revista Review for International Political Economy, Los investigadores de IASS, Rainer Quitzow y Sonja Thielges, analizan la política de transición energética internacional del gobierno alemán. Los autores describen la llamada Energiewende como la base central o recurso de "poder blando" de esta estrategia y muestran cómo el creciente consenso interno sobre la transición energética alemana se refleja en la política energética exterior del país.
Surge una narrativa de transición energética alemana
La transición energética en Alemania se desarrolló durante un período de más de treinta años. Enraizado en las experiencias de la crisis del petróleo en la década de 1970 y el movimiento antinuclear, En 2010, surgió un consenso entre partidos a favor de la generación de energía renovable. A raíz del desastre nuclear de Fukushima Daiichi, el gobierno alemán tomó la decisión de eliminar gradualmente la energía nuclear y colocar el concepto Energiewende en el centro de la política energética alemana.
La política nacional se globaliza
"Este desarrollo político interno también se refleja en la agenda y la narrativa política internacional de Alemania, "explica Rainer Quitzow, autor del estudio y ponente del Área de Investigación IASS sobre Sistemas Energéticos y Cambio Social. En 2002, Alemania utilizó la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica como plataforma para defender enérgicamente las energías renovables. En el mismo año, Alemania complementó sus esfuerzos en el campo de la cooperación para el desarrollo con el programa de promoción de exportaciones "Renovables - Made in Germany".
Las primeras asociaciones energéticas, enfocado en energías renovables y eficiencia energética, se lanzaron con India y China en 2006. Alianzas similares se establecieron en los años siguientes con Brasil, Marruecos, Túnez y Sudáfrica, entre otros. Además de estas asociaciones lideradas por el Ministerio Federal de Economía y Energía (BMWi), el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores (AA) también mantiene varias asociaciones, como la Asociación Energética Germano-Nigeriana. "Hoy dia, Estas asociaciones se encuentran en el corazón de la estrategia de 'poder blando' de Alemania, "dice la autora Sonja Thielges, investigador asociado senior del Grupo de Investigación IASS sobre Caminos hacia la Energía Sostenible. El papel y la función de las asociaciones energéticas dentro de la política de transición energética internacional de Alemania se analizan en detalle en el artículo y en un documento de debate de IASS.
La transición energética como estrategia internacional de 'poder blando' del gobierno alemán
Energía sostenible, el medio ambiente y el clima han jugado un papel importante en la diplomacia alemana durante más de una década. El Ministerio Federal de Relaciones Exteriores, por ejemplo, nombró un representante especial para la política climática y energética. Tiempo extraordinario, la transición energética surgió como la narrativa central del gobierno alemán para estas áreas políticas. Encuestas en 2012, 2015 y 2017 examinaron las percepciones internacionales de la transición energética alemana. Los hallazgos revelaron que esta política fue vista con admiración e interés fuera de Europa. Esto fue particularmente evidente en países con un potencial considerable para la generación de energía renovable, como Marruecos, donde las percepciones de la transición energética alemana son abrumadoramente positivas.
Las percepciones positivas de la transición energética sirven como base, o "recurso de poder blando", como señalan los autores, para el diálogo político de alto nivel en el marco de las asociaciones energéticas. Las características clave de esta estrategia de poder blando es la combinación de comunicación y diálogo político, por un lado, y desarrollo de capacidades y aprendizaje, por el otro.
"Esto último refuerza la credibilidad de la comunicación política y aumenta la capacidad de los socios para seguir una política energética basada en el modelo alemán, que promueve las energías renovables y la eficiencia energética ", dice Rainer Quitzow. Además, el carácter institucional y la duración de las asociaciones genera confianza, lo que ayuda a fortalecer otras actividades. En el caso de Sudáfrica, por ejemplo, la asociación energética ha creado conciencia sobre cuestiones relacionadas con las transiciones energéticas entre los agentes estatales, según los autores. Al mismo tiempo, el diálogo político proporciona un foro para identificar temas que podrían abordarse en talleres y visitas de estudio.
Las asociaciones energéticas también tienen el potencial de proporcionar un marco para la coordinación interministerial de la política internacional de transición energética dentro de los países socios. escriben los autores. Sin embargo, operando bajo el paraguas de BMWi y / o AA, las asociaciones no tienen el mandato de asumir esta función. Como resultado, Los ministerios federales con frecuencia realizan actividades paralelas relevantes para el sector energético sin una coordinación activa.