* Diseño intencional: Los jardines son planificados y diseñados por humanos, seleccionando plantas específicas, tipos de suelo y diseños. Esto contrasta con los ecosistemas naturales donde la vida vegetal y animal se desarrollan orgánicamente.
* Recursos controlados por humanos: Los jardineros administran activamente recursos como agua, nutrientes y luz. Pueden agregar fertilizantes, controlar plagas e irrigar según sea necesario, que generalmente no se encuentran en los ecosistemas naturales.
* Selección de especies: Los jardines a menudo cuentan con una gama limitada de especies, elegidas para atractivo estético o usos específicos. Los ecosistemas naturales tienen una diversidad mucho más amplia de especies que interactúan naturalmente.
* Mantenimiento continuo: Los jardines requieren intervención humana continua para el mantenimiento. Necesitan ser eliminados, podados y replantados para mantener su apariencia y función deseadas. Los ecosistemas naturales, por otro lado, se autorregulan.
* Límites artificiales: Los jardines se definen típicamente por límites físicos, como cercas o paredes, que los separan del entorno natural circundante. Los ecosistemas naturales a menudo tienen fronteras menos distintas.
Si bien un jardín puede imitar algunos aspectos de un ecosistema natural, se difiere fundamentalmente debido a la constante influencia y manipulación humana.
Por lo tanto, es más preciso describir un jardín como un administrado o Ecosistema artificial , reconociendo el papel humano significativo en su existencia.