1. Luz solar: La luz solar es un ingrediente clave en la formación de smog. Esto se debe a que desencadena reacciones fotoquímicas que convierten los contaminantes en ozono dañino y otros componentes de smog.
2. Topografía: La forma de la tierra puede atrapar el smog. Los valles, por ejemplo, pueden actuar como tazones, atrapar contaminantes y evitar que se dispersen.
3. Patrones de viento: El viento puede ayudar a dispersar el smog o concentrarlo. Los vientos ligeros pueden permitir que el smog se demore, mientras que los vientos fuertes pueden ayudar a alejarlo de las zonas urbanas.
4. Inversiones de temperatura: Estos ocurren cuando una capa de aire caliente se encuentra por encima de una capa de aire más frío cerca del suelo. Esto actúa como una tapa, atrapando contaminantes y evitando que se disipen. Estos son comunes en las horas de la mañana y de la tarde.
5. Fuentes naturales de contaminación: La naturaleza misma puede contribuir a la formación de smog, aunque este es generalmente un factor más pequeño que la contaminación causada por humanos. Los incendios forestales, las erupciones volcánicas e incluso las tormentas de polvo pueden liberar partículas que contribuyen al smog.
6. Humedad: La alta humedad puede contribuir a smog al desacelerar la velocidad a la que se dispersan los contaminantes.
Así es como funciona todo:
* Contaminación causada por humanos (Desde automóviles, fábricas, plantas de energía, etc.) se libera al aire.
* luz solar Reacciona con estos contaminantes, causando reacciones químicas y creando ozono y otros componentes dañinos.
* Inversiones de temperatura y vientos de luz puede atrapar estos contaminantes, creando una densa capa de smog sobre el área.
* La topografía del área puede influir aún más en cómo se propaga el smog y dónde se concentra.
En resumen, la naturaleza no crea smog, pero proporciona las condiciones que le permiten formar y persistir. Las actividades humanas, sin embargo, son el principal impulsor de la contaminación del smog.