He aquí por qué:
* Mecanismos complejos: La forma en que huele implica interacciones intrincadas entre las moléculas de olor, los receptores olfativos y las vías neuronales. Estos procesos son altamente complejos y aún no están completamente mapeados.
* Variación individual: Nuestro sentido del olfato es altamente individual, influenciado por la genética, la edad e incluso nuestro estado emocional. Esta variabilidad hace que sea difícil estudiar y generalizar los hallazgos.
* Investigación limitada: En comparación con otros sentidos como la visión y la audición, la investigación sobre el olfato ha recibido menos atención. Esto se debe en parte a los desafíos mencionados anteriormente y también a la falta de aplicaciones comercialmente viables para la investigación olfativa.
Si bien hemos hecho avances significativos para comprender los mecanismos detrás del olor, queda mucho desconocido. El campo de la investigación olfativa está explorando activamente las complejidades de nuestro sentido del olfato, con el objetivo de desentrañar los misterios detrás de su poderosa influencia en nuestras emociones, recuerdos e incluso la salud.