* viento: El viento lleva los gases de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOX), que son los principales contribuyentes a la lluvia ácida, a largas distancias.
* Transporte atmosférico: Estos gases pueden viajar cientos o incluso miles de millas antes de convertirse en lluvia ácida.
* Precipitación: Los gases se pueden convertir en ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3) en la atmósfera, y luego caer al suelo como lluvia, nieve, aguanieve o niebla.
Ejemplo: La lluvia ácida que cae en el noreste de los Estados Unidos se remonta a las centrales eléctricas en el medio oeste que emiten grandes cantidades de SO2 y NOX.
Por lo tanto, la lluvia ácida no siempre se localiza. Puede afectar áreas lejos de la fuente de la contaminación.