En comparación, la densidad de la Tierra es de aproximadamente 5,5 gramos por centímetro cúbico y la densidad del Sol es de aproximadamente 1,4 gramos por centímetro cúbico. Incluso las enanas blancas más densas conocidas, que son restos de estrellas más pequeñas que han colapsado, tienen una densidad de sólo unos 10^6 gramos por centímetro cúbico.
La densidad de las estrellas de neutrones es tan alta que se mantienen unidas únicamente por la fuerza de la gravedad. La fuerza gravitacional entre dos protones en una estrella de neutrones es aproximadamente 10^36 veces más fuerte que la fuerza electrostática que los repele. Esto significa que las estrellas de neutrones son extremadamente estables y pueden soportar presiones enormes.
Las estrellas de neutrones también son muy calientes, con temperaturas de aproximadamente 10^6 Kelvin (1 millón de grados Celsius). Este calor se genera por el colapso gravitacional del núcleo de la estrella. Las estrellas de neutrones también emiten potentes ondas de radio y rayos X.
Las estrellas de neutrones son objetos fascinantes que aún no se comprenden del todo. Son un testimonio de las fuerzas extremas que pueden existir en el universo.