Estratigrafía: El estudio de las capas de rocas y su secuencia para determinar las edades relativas de diferentes unidades de rocas y los eventos que ocurrieron durante su formación.
Datación radiométrica: Técnicas que utilizan la desintegración de isótopos radiactivos para determinar la edad absoluta de rocas y otros materiales.
Paleontología: El estudio de los fósiles y su distribución en las capas de rocas para aprender sobre formas de vida pasadas y cómo evolucionaron con el tiempo.
Sedimentología: El estudio de los sedimentos y rocas sedimentarias para comprender los procesos que los formaron y los ambientes en los que fueron depositados.
Geoquímica: El estudio de la composición química de rocas y minerales para conocer su origen, formación y posterior alteración.
Paleoclimatología: El estudio de las condiciones climáticas pasadas basado en evidencia como núcleos de hielo, anillos de árboles y depósitos de sedimentos.
Geomorfología: El estudio de los accidentes geográficos y los procesos que les dan forma, incluida la meteorización, la erosión y la deposición.
Tectónica: El estudio de la corteza terrestre y su movimiento, incluidos los terremotos, las erupciones volcánicas y la formación de cadenas montañosas.
Geofísica: El estudio de las propiedades físicas de la Tierra, incluido su campo magnético, campo de gravedad y estructura interna.
Estos son sólo algunos ejemplos de los principios y métodos que utilizan los científicos para estudiar la historia de la Tierra. Cada campo de estudio contribuye a nuestra comprensión del pasado y la combinación de diferentes técnicas permite a los científicos construir una imagen más completa de la historia de la Tierra.