Los primeros organismos terrestres aparecieron hace unos 475 millones de años durante el período Ordovícico tardío. Estos organismos probablemente eran organismos simples, parecidos a plantas, que crecían en ambientes húmedos cerca de la orilla del agua. Con el tiempo, estos organismos evolucionaron y se adaptaron a la vida en la tierra, dando lugar finalmente a la diversa gama de plantas y animales que habitan nuestro planeta hoy.