Aumento de la distancia a la escuela: A medida que las áreas suburbanas se expandieron y las escuelas se consolidaron, la distancia entre el hogar y la escuela aumentó para muchos niños, lo que hizo que caminar fuera más difícil y tomara más tiempo.
Preocupaciones de seguridad: Los padres pueden tener preocupaciones sobre la seguridad de sus hijos caminando a la escuela, particularmente en áreas con mucho tráfico o altas tasas de criminalidad. El aumento del volumen de tráfico, la falta de aceras y los conductores distraídos pueden contribuir a estos problemas de seguridad.
Cambio de estilo de vida y rutinas: Los estilos de vida familiares modernos se han vuelto más agitados:ambos padres a menudo trabajan y las actividades y compromisos después de la escuela son cada vez más frecuentes. Esto puede dejar menos tiempo y oportunidades para que los niños caminen a la escuela.
Más comodidad y propiedad de automóviles: Muchas familias poseen varios automóviles, lo que hace que sea más conveniente llevar a sus hijos a la escuela en lugar de caminar.
Influencia de los pares y normas sociales: Es posible que sea más probable que los niños vayan caminando a la escuela si sus amigos o compañeros lo hacen, pero a medida que caminar se ha vuelto menos común, las normas sociales han cambiado, lo que hace menos probable que los niños elijan caminar.
Infraestructura y diseño urbano: En algunos casos, la falta de aceras, cruces peatonales e infraestructura amigable para los peatones seguros y bien mantenidos puede desalentar el caminar a la escuela.
Es importante señalar que la disminución del número de niños que caminan a la escuela no es universal y todavía hay muchas comunidades y escuelas donde un número significativo de niños caminan. Sin embargo, la tendencia general ha sido hacia una disminución del número de personas que caminan a la escuela, y los factores mencionados anteriormente contribuyen a esta tendencia.