El estudio, que fue publicado en la revista "Ecology and Evolution", encontró que los lobos en Yellowstone tardan un promedio de 3,5 años en dispersarse, en comparación con un promedio de 1,5 años para los lobos en otras partes del mundo. Los investigadores creen que varios factores pueden contribuir a esta diferencia, incluida la alta densidad de lobos en Yellowstone, la disponibilidad de alimentos y la presencia de infraestructura humana.
La alta densidad de lobos en Yellowstone significa que hay más competencia por el territorio, lo que puede dificultar que los lobos jóvenes establezcan sus propias manadas. La abundancia de comida en Yellowstone también significa que los lobos pueden sobrevivir sin tener que dispersarse, lo que puede reducir aún más su incentivo para abandonar sus manadas natales. Por último, la presencia de infraestructura humana, como carreteras y vallas, también puede dificultar la dispersión de los lobos.
Los investigadores dicen que la menor tasa de dispersión de los lobos en Yellowstone podría tener varias implicaciones para el ecosistema. Por ejemplo, podría conducir a una mayor endogamia, lo que podría reducir la diversidad genética de la población de lobos. También podría dificultar que los lobos colonicen nuevas áreas, lo que podría limitar la propagación de la población de lobos.
Los investigadores dicen que sus hallazgos resaltan la importancia de considerar el contexto local al estudiar la dispersión animal. Factores como la densidad de población, la disponibilidad de alimentos y la infraestructura humana pueden influir en la determinación de hasta qué punto y con qué rapidez se dispersan los animales.