Reducción del secuestro de carbono :Las turberas almacenan grandes cantidades de materia orgánica y secuestran carbono de la atmósfera. Sin embargo, la presencia de arbustos altera la composición de las especies de plantas y reduce el crecimiento de los musgos Sphagnum que forman turba, que son cruciales para el almacenamiento de carbono. Los arbustos compiten con Sphagnum por nutrientes, agua y espacio. Al reducir la abundancia y la tasa de crecimiento de los musgos Sphagnum, los arbustos disminuyen indirectamente la absorción y el almacenamiento de carbono a largo plazo.
Aumento de la descomposición y las emisiones de gases de efecto invernadero :Los arbustos pueden aumentar las tasas de descomposición en las turberas al alterar las condiciones microclimáticas y la química del suelo. La expansión de los arbustos conduce a condiciones más cálidas y secas, que aceleran la descomposición de la materia orgánica y la liberación del carbono almacenado en forma de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) a la atmósfera. Este proceso contribuye aún más al cambio climático.
Evapotranspiración reducida e hidrología alterada :Las turberas regulan naturalmente la hidrología y mantienen el equilibrio hídrico. Los musgos Sphagnum desempeñan un papel crucial en la retención de agua debido a su alta capacidad de retención de agua. La presencia de arbustos, con sus sistemas de raíces más profundas, puede aumentar la absorción de agua y la transpiración, lo que lleva a una reducción de los niveles freáticos y a la pérdida de agua superficial. Como resultado, las turberas pueden pasar de estar inundadas y anóxicas (deficientes de oxígeno), lo que limita la descomposición de la materia orgánica, a condiciones aeróbicas, lo que aumenta las tasas de descomposición y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Enriquecimiento de nutrientes y eutrofización :Los arbustos pueden contribuir al enriquecimiento de nutrientes en las turberas. A menudo tienen capacidades fijadoras de nitrógeno, lo que introduce nitrógeno en el entorno de las turberas pobres en nutrientes. Los aportes excesivos de nitrógeno pueden provocar eutrofización, alterando el delicado equilibrio de nutrientes y promoviendo el crecimiento de otras especies de plantas que no forman turba. La eutrofización afecta aún más la estabilidad y el funcionamiento del ecosistema de turberas.
Pérdida de biodiversidad de las turberas :Las turberas sustentan comunidades de plantas únicas que se adaptan a las condiciones de anegamiento y escasez de nutrientes. La expansión de los arbustos puede alterar estos hábitats especializados y desplazar a las especies nativas de las turberas. Esta pérdida de biodiversidad reduce la resiliencia general de las turberas, afectando su capacidad para proporcionar servicios ecosistémicos críticos.
La invasión de arbustos en las turberas, a menudo influenciada por diversos factores como el cambio climático, los cambios en el uso de la tierra y la deposición de nitrógeno, puede tener consecuencias de gran alcance. Disminuye la capacidad de las turberas para actuar como sumideros de carbono, aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, altera la hidrología y afecta la biodiversidad. Estos efectos acumulativos socavan las contribuciones positivas de las turberas a la regulación del clima y los servicios ecosistémicos. Las estrategias de conservación y gestión son esenciales para mitigar estos impactos y mantener la integridad de estos ecosistemas vitales.