Esto sugiere que las preocupaciones sobre la reputación pueden ser una herramienta poderosa para motivar a las personas a adoptar un comportamiento prosocial.
Un equipo de investigadores dirigido por Colin F. Camerer del Instituto de Tecnología de California realizó tres experimentos para probar el efecto de las preocupaciones por la reputación en las contribuciones al bien público. En el primer experimento, los participantes jugaron un juego en el que podían elegir entre contribuir a un bien público o quedarse con su dinero. Los investigadores descubrieron que era más probable que los participantes contribuyeran cuando sabían que sus contribuciones serían visibles para los demás.
En el segundo experimento, los participantes jugaron un juego similar, pero esta vez se les dio la opción de contribuir de forma anónima. Los investigadores descubrieron que era menos probable que los participantes contribuyeran cuando podían permanecer en el anonimato.
En el tercer experimento, los participantes jugaron un juego en el que podían elegir contribuir a un bien público o quedarse con su dinero. Los investigadores descubrieron que era más probable que los participantes contribuyeran cuando sabían que sus contribuciones serían visibles para los demás, incluso cuando podían permanecer en el anonimato.
Los investigadores creen que las preocupaciones por la reputación pueden animar a las personas a participar en programas de bien público porque quieren ser vistas como buenos ciudadanos. Cuando las personas saben que sus contribuciones serán visibles para los demás, es más probable que quieran contribuir para mantener su reputación positiva.
Este estudio tiene implicaciones importantes para el diseño de programas de bien público. Al hacer que las contribuciones sean visibles para los demás, los formuladores de políticas pueden alentar a las personas a participar en estos programas y ayudar a crear una sociedad más sostenible.
Además de las preocupaciones sobre la reputación, los investigadores también descubrieron que las personas tenían más probabilidades de contribuir a un bien público cuando tenían un sentido de responsabilidad social. Esto sugiere que las normas sociales también pueden ser una herramienta poderosa para motivar a las personas a adoptar conductas prosociales.