La isla Raine tiene apenas 20 hectáreas y está ubicada en el Mar del Coral, aproximadamente a 620 kilómetros al noreste de Cairns. A pesar de su pequeño tamaño, juega un papel crucial en el ciclo de vida de la tortuga verde (Chelonia mydas). Cada año, de noviembre a marzo, se estima que entre 60.000 y 80.000 tortugas hembras realizan el arduo viaje hasta la isla para desovar.
Esta inmensa reunión de tortugas ha cautivado a científicos y conservacionistas durante años. ¿Por qué tantas tortugas eligen esta isla en particular, cuando aparentemente hay sitios de anidación adecuados en otros lugares?
Para profundizar en esta cuestión, investigadores de la Universidad de Queensland y la Universidad James Cook emplearon seguimiento por satélite y modelos informáticos. Al colocar dispositivos de rastreo en 27 tortugas y monitorear sus movimientos, los científicos pudieron desentrañar los secretos detrás de su extraordinaria migración.
Los hallazgos revelaron un patrón de comportamiento fascinante. Después de buscar alimento en zonas de alimentación repartidas por todo el Pacífico, las tortugas se embarcaron en migraciones de distancias notablemente largas. Se descubrió que algunas tortugas cubrían distancias de hasta 15.000 kilómetros, una de las migraciones más largas registradas para cualquier especie de reptil.
Las tortugas demostraron una notable capacidad para navegar en el vasto océano, guiadas por el campo magnético de la Tierra. Sin embargo, lo que los atrajo específicamente a Raine Island seguía siendo un misterio.
Para abordar esta cuestión, el equipo creó modelos informáticos que analizaron diversos factores ambientales, incluidas las corrientes de agua, los patrones de olas y la topografía submarina, para determinar qué hacía de la isla Raine un lugar ideal para anidar.
Los modelos revelaron una combinación de factores que contribuyen al atractivo de la isla para las tortugas. Los arrecifes de coral que rodean la isla Raine brindan refugio a las tortugas juveniles, mientras que la ausencia de depredadores la convierte en un refugio seguro para la puesta de huevos. Además, la geografía única de la isla ayuda a mitigar la energía de las olas, creando aguas tranquilas que facilitan la anidación exitosa.
Emocionada por su descubrimiento, la profesora Marion Johnson de la Universidad de Queensland afirmó:"Esta investigación nos está ayudando a comprender cómo estas pequeñas islas pueden desempeñar un papel tan importante en el sustento de poblaciones enteras de criaturas marinas".
Los hallazgos resaltan la importancia de proteger la isla Raine y las aguas circundantes para salvaguardar el futuro de estas magníficas criaturas. Al salvaguardar hábitats vitales y comprender su importancia ecológica, los científicos y conservacionistas pueden garantizar la supervivencia continua de estas majestuosas tortugas marinas.