Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han desarrollado un nuevo modelo que muestra cómo el movimiento humano a través de lugares populares puede influir en la propagación de enfermedades infecciosas. El modelo, publicado en la revista Nature Communications, podría ayudar a los funcionarios de salud pública a diseñar estrategias más efectivas para prevenir y controlar brotes.
El modelo tiene en cuenta una serie de factores, incluida la densidad de personas en diferentes lugares, la frecuencia con la que las personas visitan esos lugares y la cantidad de tiempo que pasan allí. Los investigadores utilizaron datos de registros de teléfonos móviles para rastrear el movimiento de personas en el Área de la Bahía de San Francisco y luego combinaron esos datos con registros de salud pública de casos de influenza.
El modelo demostró que la propagación de la influenza estaba estrechamente relacionada con el movimiento de personas por lugares populares. Por ejemplo, era más probable que ocurrieran brotes en áreas con muchas estaciones de transporte público y centros comerciales. El modelo también mostró que el momento de los brotes estaba relacionado con los patrones de viaje de las personas. Por ejemplo, era más probable que ocurrieran brotes durante los meses de invierno, cuando es más probable que las personas permanezcan en el interior y visiten espacios cerrados.
Los investigadores dicen que su modelo podría usarse para identificar áreas con alto riesgo de brotes y desarrollar estrategias para prevenirlos y controlarlos. Por ejemplo, los funcionarios de salud pública podrían utilizar el modelo para identificar lugares donde las personas deberían evitar congregarse durante un brote o para alentar a las personas a vacunarse contra la gripe.
El modelo también podría utilizarse para estudiar la propagación de otras enfermedades infecciosas, como el sarampión, las paperas y la rubéola. Los investigadores dicen que el modelo podría ayudar a los funcionarios de salud pública a desarrollar estrategias más efectivas para prevenir y controlar brotes de estas enfermedades y proteger al público de daños.
Implicaciones para la salud pública
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones para las políticas y prácticas de salud pública. Los funcionarios de salud pública pueden utilizar el modelo para identificar áreas con alto riesgo de brotes de enfermedades infecciosas y desarrollar estrategias para prevenirlas y controlarlas. Por ejemplo, los funcionarios de salud pública podrían:
* Dirigir las campañas de vacunación a zonas con alto riesgo de brotes.
* Anime a las personas a quedarse en casa y no ir al trabajo o a la escuela si están enfermas.
* Cerrar escuelas o negocios en áreas donde haya un brote.
* Proporcionar desinfectante para manos y mascarillas a las personas en las zonas donde hay un brote.
El modelo también puede utilizarse para estudiar la propagación de otras enfermedades infecciosas, como el sarampión, las paperas y la rubéola. Los investigadores dicen que el modelo podría ayudar a los funcionarios de salud pública a desarrollar estrategias más efectivas para prevenir y controlar brotes de estas enfermedades y proteger al público de daños.