Aquí está la explicación:
Los lobos fueron reintroducidos en el Parque Nacional de Yellowstone en 1995 después de estar ausentes durante más de 70 años. Desde su reintroducción, la población de lobos ha crecido y ha tenido un impacto significativo en el ecosistema del parque. Uno de los cambios más notables ha sido la recuperación de los álamos. Los árboles de álamo temblón son una especie clave en Yellowstone y proporcionan alimento y refugio a una variedad de animales.
Antes de la reintroducción de los lobos, la población de alces en Yellowstone crecía rápidamente y los álamos estaban siendo sobrepastoreados. Esto impedía que los álamos se regeneraran y provocaba su declive. Sin embargo, desde la reintroducción de los lobos, el número de alces se ha reducido y los álamos ahora pueden regenerarse. Esto ha ayudado a restablecer el equilibrio del ecosistema y ha beneficiado a una variedad de otras especies que dependen de los álamos.