Un parásito de cría, como el cuco, pone sus huevos en los nidos de otras aves (conocidas como "pájaros huéspedes") y deja que el ave huésped críe a las crías parásitas. El huevo de cuco suele ser muy similar en apariencia a los huevos del ave huésped, lo que ayuda a evitar que el huésped detecte el huevo extraño. Además, algunos cucos han desarrollado adaptaciones de comportamiento que les ayudan a evitar ser detectados. Por ejemplo, se sabe que el cuco común (Cuculus canorus) expulsa los huevos del ave huésped del nido antes de poner su propio huevo, y el tordo de cabeza marrón (Molothrus ater) a veces imita el canto del ave huésped para obtener acceso. al nido. Además, algunos cucos han desarrollado defensas químicas que les ayudan a evitar ser detectados por las aves huésped. Por ejemplo, el cuco moteado (Clamator glandarius) produce una sustancia química que imita el olor de los huevos del ave huésped, lo que ayuda a evitar que el huésped rechace el huevo extraño.