Los investigadores estudiaron la mortalidad de los árboles en un bosque tropical de Panamá durante un período de 20 años. Descubrieron que la tasa de mortalidad de los árboles aumentaba durante los períodos de sequía y que los árboles atacados por plagas o enfermedades tenían más probabilidades de morir. Los investigadores también encontraron que la mortalidad de los árboles era mayor en áreas donde el bosque estaba fragmentado, lo que es consistente con la teoría de que la fragmentación hace que los árboles sean más vulnerables a la sequía y otros factores estresantes.
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones importantes para la conservación de los bosques tropicales. Los investigadores recomiendan que los administradores forestales tomen medidas para reducir el impacto de la sequía, las plagas y las enfermedades en los árboles, como plantar árboles resistentes a la sequía y controlar la propagación de plagas y enfermedades. Los investigadores también recomiendan que los administradores forestales eviten fragmentar los bosques, ya que esto puede hacer que los árboles sean más vulnerables a la sequía y otros factores estresantes.
"La disminución de los bosques tropicales es una de las mayores crisis ambientales de nuestro tiempo", afirmó el Dr. David Burslem, autor principal del estudio. "Nuestro estudio ha arrojado luz sobre las causas de la mortalidad de los árboles en los bosques tropicales, y esta información puede utilizarse para ayudar a conservar estos importantes ecosistemas".