Éstos son algunos de los beneficios del injerto de raíz:
1. Compartir recursos mejorado: El injerto de raíces permite a los árboles acceder a una mayor cantidad de recursos de los que podrían acceder individualmente. En épocas de sequía o escasez de nutrientes, los árboles conectados pueden apoyarse mutuamente compartiendo recursos vitales, aumentando sus posibilidades de supervivencia.
2. Estabilidad y soporte: Los sistemas de raíces interconectados formados mediante injertos de raíces brindan soporte estructural adicional a los árboles, especialmente en ambientes ventosos o inestables. La red de raíces compartida actúa como un ancla natural, evitando que los árboles individuales se caigan.
3. Ciclo de nutrientes: El injerto de raíces facilita el ciclo de nutrientes dentro del ecosistema forestal. Los árboles con sistemas de raíces más extensos pueden absorber nutrientes de capas más profundas del suelo y compartirlos con árboles vecinos con raíces menos profundas, promoviendo la disponibilidad general de nutrientes.
4. Defensa contra patógenos: El injerto de raíces permite que los árboles compartan señales químicas y mecanismos de defensa contra plagas y enfermedades. Si un árbol detecta un patógeno o una plaga, puede enviar señales de advertencia a través de la red de raíces, lo que permite a los árboles vecinos montar sus propias defensas y reducir la propagación de infecciones.
5. Resiliencia durante los disturbios: El injerto de raíces mejora la resiliencia de los bosques durante perturbaciones naturales como incendios, sequías o tormentas. Los árboles conectados pueden brindar apoyo y recursos a las personas dañadas, ayudando a su recuperación y garantizando la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema forestal.
En general, el injerto de raíces es un ejemplo de comportamiento cooperativo que promueve la supervivencia y el crecimiento de los árboles, fomentando un sentido de comunidad e interdependencia dentro de los ecosistemas forestales.