Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, hacer la transición a fuentes de energía renovables y promover la eficiencia energética son formas más efectivas de abordar el cambio climático.
Dicho esto, plantar árboles aún puede desempeñar un papel importante para ayudar a reducir los impactos del cambio climático y puede proporcionar una serie de otros beneficios ambientales, como mejorar la calidad del aire y el agua, reducir la erosión y proporcionar un hábitat para la vida silvestre.