1. Interrupción de la navegación:
- Las aves utilizan varias señales para navegar durante la migración, incluido el campo magnético de la Tierra, las estrellas y la posición de la luna. Las luces artificiales de las ciudades y otras áreas urbanas crean un confuso "resplandor del cielo" que altera su sistema de navegación natural.
2. Atracción hacia las fuentes de luz:
- Las aves se sienten atraídas de forma innata por la luz, un comportamiento conocido como fototaxis. Durante la migración, confunden luces artificiales brillantes con cuerpos celestes naturales y se sienten atraídos por ellos. Esta atracción es particularmente fuerte en aves jóvenes e inexpertas que quizás aún no hayan desarrollado una brújula migratoria sólida.
3. Comportamiento en la escala:
- Las aves suelen hacer escalas durante la migración para descansar y reponer energías. Las áreas urbanas con abundantes fuentes de luz pueden brindar la ilusión de un lugar de parada adecuado, aunque estas áreas puedan carecer de recursos adecuados o ser peligrosas para las aves.
4. Mayor riesgo de colisiones:
- Las aves desorientadas que vuelan de noche en zonas urbanas pueden chocar con edificios, líneas eléctricas, torres de comunicación y otras estructuras, provocando lesiones o la muerte. Este fenómeno se conoce colectivamente como "colisiones de edificios" y es una causa importante de mortalidad de aves en entornos urbanos.
5. Perturbación y Desplazamiento:
- La luz artificial puede alterar el comportamiento natural de las aves y alterar sus ritmos diarios. Puede interferir con sus patrones de alimentación, descanso y migraciones. Algunas especies pueden incluso verse desplazadas de sus hábitats naturales debido a la presencia de una excesiva contaminación lumínica.
Para mitigar los efectos negativos de la contaminación lumínica en las aves durante la migración de otoño, se pueden implementar varias medidas de conservación, como reducir la iluminación innecesaria, utilizar accesorios de iluminación respetuosos con las aves y crear conciencia sobre el problema. Al minimizar el impacto de la contaminación lumínica, podemos ayudar a garantizar que las aves puedan navegar y completar sus viajes migratorios de forma segura.