Sí, las Cataratas del Niágara son una barrera para el movimiento de peces. Las cataratas crean una caída vertical significativa, lo que hace imposible que los peces naden contra la corriente. Esto ha resultado en la separación de las poblaciones de peces por encima y por debajo de las cataratas. Como resultado, distintas comunidades de peces han evolucionado a ambos lados de las cataratas, y algunas especies se encuentran solo encima y otras solo debajo de las cataratas. Por ejemplo, el esturión de lago, el muskellunge y el leucoma se encuentran solo en la parte superior del río Niágara, mientras que especies como la lubina, el lucio del norte y el bagre de canal se encuentran solo en la parte inferior del río.