1. Detección de superficies adecuadas: Los gusanos autostopistas tienen receptores sensoriales en sus cuerpos que les ayudan a detectar superficies adecuadas para adherirse. Estas superficies suelen proporcionar estabilidad, humedad y protección contra los depredadores.
2. Contacto y Adhesión: Cuando un gusano pulgada encuentra una superficie que cumple con sus criterios, usa sus patas (pequeños apéndices carnosos en su parte inferior) para agarrarse a la superficie. Sus patas tienen pequeños ganchos o pelos adhesivos que les ayudan a sujetarse de forma segura.
3. Movimientos corporales: Los gusanos pulgadas se mueven con un movimiento característico de "medición". Extienden el cuerpo hacia adelante, se anclan con las patas delanteras y luego adelantan el trasero. Este movimiento les permite cubrir distancias mientras permanecen adheridos a las superficies.
4. Factores ambientales: Los gusanos autostop pueden elegir diferentes vehículos (como plantas, hojas, tallos, rocas o incluso animales en movimiento) en función de factores como la temperatura, la humedad, la disponibilidad de alimentos y la presencia de depredadores o competidores.
5. Dispersión pasiva: A menudo, los gusanos que hacen autostop son transportados pasivamente por el viento, las corrientes de agua u otros animales, lo que puede llevarlos a nuevos entornos o huéspedes.
Es importante señalar que los gusanos que hacen autostop no eligen activamente sus vehículos de la misma manera que los humanos u otros animales podrían seleccionar modos de transporte. Su comportamiento está impulsado principalmente por sus instintos, señales sensoriales y condiciones ecológicas.