1. Temperatura:
- Altas temperaturas:pueden provocar estrés térmico en los cultivos, reduciendo los rendimientos.
- Bajas temperaturas:pueden provocar daños por heladas, especialmente en frutas, verduras y flores.
- Fluctuaciones extremas de temperatura:pueden alterar el crecimiento y desarrollo de las plantas, afectando el rendimiento de los cultivos.
2. Precipitación:
- Precipitaciones:demasiadas precipitaciones pueden provocar inundaciones, anegamientos y lixiviación de nutrientes, mientras que muy pocas precipitaciones provocan condiciones de sequía, las cuales pueden perjudicar la producción de cultivos.
- Momento y distribución de las precipitaciones:los patrones de lluvia desiguales pueden afectar la disponibilidad de agua para riego y obstaculizar el crecimiento de las plantas.
3. Sequías:
- Los períodos prolongados de sequía pueden afectar gravemente a los cultivos y al ganado, lo que repercute en la productividad agrícola y el suministro de alimentos.
4. Inundaciones:
- Las fuertes lluvias y el desbordamiento de los ríos pueden provocar inundaciones, destruir cultivos, dañar la infraestructura y perturbar las redes de transporte, afectando el comercio agrícola.
5. Tormentas y ciclones:
- Los fuertes vientos, las intensas precipitaciones y el granizo asociados con las tormentas pueden causar daños importantes a los cultivos, huertos y estructuras agrícolas, provocando pérdidas en la producción y el comercio.
6. Sol y nubosidad:
- La falta de luz solar puede dificultar la fotosíntesis, afectando el crecimiento de los cultivos y reduciendo los rendimientos.
7. Humedad:
- La alta humedad puede promover la propagación de enfermedades y plagas en los cultivos, afectando la producción y el comercio agrícolas.
8. Viento:
- Los fuertes vientos pueden causar daños físicos a los cultivos, al tiempo que afectan la polinización y propagan plagas y enfermedades.
9. Patrones climáticos cambiantes:
- Los cambios a largo plazo en los patrones climáticos, como el aumento de las temperaturas, la alteración de los patrones de precipitación y el aumento de la frecuencia de eventos extremos, pueden tener efectos profundos en los sistemas agrícolas, perturbando la producción y el comercio.
Estas características climáticas pueden influir en el rendimiento de los cultivos, la salud del ganado, el transporte, las condiciones de almacenamiento y la demanda del mercado, todo lo cual tiene implicaciones directas para el comercio agrícola y alimentario.