La disentería crónica probablemente no fue la causa de la muerte de Edward Black Prince, a pesar de lo que comúnmente se cree.
La muerte del Príncipe Negro en 1376 fue causada muy probablemente por un absceso hepático, una infección que puede tener diversas causas, como sepsis o bacterias intestinales que ingresan al hígado a través de la vena porta o el tracto biliar.
La disentería crónica era una enfermedad frecuente y mortal en aquella época, lo que llevó a muchos historiadores a atribuir una serie de muertes notables (erróneamente, como lo revela la comprensión moderna) a esa causa, incluida la desaparición de la realeza inglesa.