Crédito:Mike Bergmann/Unsplash
Los productos del mar sostenibles podrían proporcionar más nutrición a las personas que la carne de res, cerdo y pollo, al tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, informa un artículo publicado en línea en Communications Earth &Environment . Los hallazgos sugieren que las políticas para promover los productos del mar en las dietas como sustituto de otras proteínas animales podrían mejorar la seguridad alimentaria en el futuro y ayudar a abordar el cambio climático.
Las dietas humanas en todo el mundo deben volverse más nutritivas, al tiempo que reducen su huella climática, para mantenerse al día con el crecimiento de la población. Se sabe que los mariscos son una buena fuente de proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales, e investigaciones anteriores han demostrado los beneficios ambientales potenciales de reemplazar la carne con mariscos en las dietas. Sin embargo, las estrategias para reducir las emisiones climáticas de las dietas futuras generalmente promueven dietas "verdes" basadas en plantas y pasan por alto el potencial de las dietas "azules" basadas en mariscos.
Peter Tyedmers, Elinor Hallström y sus colegas analizaron la densidad de nutrientes y los impactos climáticos de fuentes de pescados y mariscos capturados en la naturaleza y cultivados de importancia mundial de una amplia gama de fuentes de pesca y acuicultura en 2015. Descubrieron que el salmón, el arenque, la caballa y la las anchoas, así como los mejillones y las ostras cultivados, tuvieron los impactos climáticos más bajos en relación con su valor nutricional. La mitad de las especies de mariscos analizadas tenían una mayor densidad de nutrientes y emitían menos gases de efecto invernadero que la carne de res, cerdo y pollo.
Se encontró que las diferencias en los métodos de producción y recolección crean una gran variabilidad en los impactos climáticos de cada especie. Para reducir aún más las emisiones, la industria pesquera debería adoptar tecnologías de pesca eficientes en combustible y reconstruir las poblaciones agotadas, mientras que la acuicultura produce más peces y mariscos sin alimentar y encuentra fuentes de alimento para peces más amigables con el clima, sugieren los autores.
Si bien esta investigación se enfoca en las emisiones de gases de efecto invernadero y no en los impactos potenciales en los ecosistemas, los hallazgos resaltan la posibilidad de que los productos del mar proporcionen una fuente sostenible de alimentos nutritivos que beneficien al clima. Los autores sugieren que las políticas para ayudar a abordar el cambio climático y la mala alimentación deberían promover el consumo sostenible de productos del mar. Consumir pescado pequeño en lugar de salmón de piscifactoría podría hacer que la producción de productos del mar sea más sostenible