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    Cómo afrontan las plantas la deficiencia de hierro
    La deficiencia de hierro es un trastorno nutricional común en las plantas y afecta aproximadamente al 30% de todas las especies de cultivos. El hierro es un micronutriente esencial que participa en varios procesos importantes de las plantas, incluida la fotosíntesis, la respiración y la asimilación de nitrógeno. Cuando hay deficiencia de hierro, las plantas pueden desarrollar una variedad de síntomas, que incluyen coloración amarillenta de las hojas, retraso en el crecimiento y rendimiento reducido.

    Hay varias formas en que las plantas pueden hacer frente a la deficiencia de hierro. Una forma es aumentar la absorción de hierro del suelo. Esto se puede lograr aumentando la superficie de la raíz, produciendo pelos radiculares y excretando ácidos orgánicos que pueden disolver los minerales de hierro. Otra forma en que las plantas pueden hacer frente a la deficiencia de hierro es reducir el uso de hierro. Esto se puede lograr utilizando donadores de electrones alternativos en la fotosíntesis, almacenando hierro en células especializadas y reciclando el hierro de las hojas senescentes.

    Además de estos mecanismos, las plantas también pueden formar relaciones simbióticas con bacterias y hongos que pueden ayudarlas a adquirir hierro. Estos microbios pueden producir sideróforos, que son pequeñas moléculas que pueden quelar el hierro y hacerlo más disponible para las plantas.

    La capacidad de las plantas para hacer frente a la deficiencia de hierro es esencial para su supervivencia en una amplia gama de entornos. Al emplear una variedad de estrategias, las plantas pueden asegurarse de tener el hierro que necesitan para crecer y reproducirse con éxito.

    A continuación se ofrece una explicación más detallada de algunos de los mecanismos que utilizan las plantas para hacer frente a la deficiencia de hierro:

    * Aumento de la superficie radicular: Las plantas pueden aumentar la superficie de las raíces produciendo más raíces y pelos radiculares. Esto les permite absorber más hierro del suelo.

    * Producción de pelos radiculares: Los pelos radiculares son pequeñas proyecciones en forma de dedos que se extienden desde la superficie de las células de la raíz. Ayudan a aumentar la superficie de las raíces y mejoran la absorción de agua y nutrientes, incluido el hierro.

    * Excreción de ácidos orgánicos: Algunas plantas excretan ácidos orgánicos al suelo. Estos ácidos pueden disolver los minerales de hierro y hacerlos más disponibles para las plantas.

    * Uso de donadores de electrones alternativos en la fotosíntesis: Cuando el hierro es deficiente, las plantas pueden utilizar donadores de electrones alternativos en la fotosíntesis, como el manganeso o el cobre. Esto les permite continuar realizando la fotosíntesis incluso cuando el hierro es limitado.

    * Almacenamiento de hierro en células especializadas: Las plantas pueden almacenar hierro en células especializadas, como las vacuolas de las células de las raíces. Este hierro se puede utilizar cuando la planta lo necesite, como por ejemplo durante periodos de rápido crecimiento.

    * Reciclaje de hierro procedente de hojas senescentes: Cuando las hojas envejecen (mueren), liberan hierro y otros nutrientes al suelo. Este hierro puede ser absorbido por otras plantas y reutilizado.

    * Formación de relaciones simbióticas con bacterias y hongos: Algunas plantas forman relaciones simbióticas con bacterias y hongos que pueden ayudarlas a adquirir hierro. Estos microbios pueden producir sideróforos, que son pequeñas moléculas que pueden quelar el hierro y hacerlo más disponible para las plantas.

    Al emplear una variedad de estas estrategias, las plantas pueden hacer frente a la deficiencia de hierro y asegurarse de tener el hierro que necesitan para crecer y reproducirse con éxito.

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